Metaverso y privacidad
El uso del metaverso puede ser muy intrusivo si tenemos en cuenta la privacidad, pues el conjunto de datos que se tratan aumenta de forma exponencial
El metaverso, subestimando la privacidad, se ha perfeccionado consiguiendo ampliar la experiencia de las redes sociales mucho más allá del aspecto visual o de los gráficos en 3D. El metaverso involucra al usuario en múltiples dimensiones, como la social, económica, política o emocional, hasta virtualizar todos los aspectos de desarrollo personal del individuo, y extiende los datos recogidos a la información no verbal y biométrica. La coyuntura colectiva y técnica actual ha creado el contexto ideal para su desarrollo y expansión, traduciendo las experiencias humanas a un tratamiento de datos digitales mediante simulaciones. Sin embargo, el tratamiento de estos datos personales es completamente real.
En la actualidad el metaverso ya no se trata de una utopía y se está avanzando sobremanera en su implementación. Esto es posible gracias a que ya se dispone de la masa crítica de tecnologías y condicionantes sociales que permiten su despliegue con opciones de obtener una rentabilidad económica.
Por un lado, el marco de la pandemia ha acelerado el despliegue de servicios sobre plataformas digitales.
Se ha dado un salto de gigante en la introducción de estos servicios en todos los segmentos de la población, en particular en las personas más jóvenes. Dos de estos servicios son críticos: aquellos que involucran la interacción social, y la aceptación masiva de los medios de pago digitales.
Todas las tecnologías hoy día permiten una interacción inmersiva en los espacios virtuales. Interacción que concede al usuario una experiencia social, una identidad digital y una propiedad de activos con un mercado de intercambio. Las aplicaciones son infinitas, tantas como actividades humanas: mercados de productos digitales, descentralización de las finanzas, eliminación de intermediarios, juegos, educación, trabajo, interacción social, diseño y simulación, salud, compra de terrenos digitales, etc.
El metaverso está diseñado para ser interoperable, sin fronteras, persistente y escalable. Actualmente hay un solo proyecto de metaverso, pero ya hay varias plataformas dentro de él. Estas plataformas están definidas de forma finita, como podrían ser: Second Life, The Sandbox, Decentraland, Cryptoboxes, Somnium Space o Horizon Worlds.
Las ‘leyes’ del metaverso se tendrán que contrastar no solo con la privacidad exigida por el RGPD, sino con las nuevas propuestas de regulación en UE, la Digital Services Act, la Data Act, la Digital Markets Act, la Data Governance Act, la propuesta de Reglamento IA, etc.
Fuente: https://bit.ly/3LTdB91